En la falda norte del monte Santufirme, a
las orillas del río Frade que un poco más abajo se convierte en el río Aboño,
se sitúa el valle de Villabona, en la parroquia de Villardeveyo.
En la parte alta del valle, al oeste del
barrio de La Rotella ,
cerca del Alto de la Miranda ,
localizamos la Casa Palacio
de Villabona o Palacio del Conde de San Antolín y Señor de Villorio, uno de los
monumentos más destacados y mejor conservados del concejo de Llanera.
Rodeado por una extensa y cuidada finca,
dentro de un agradable entorno natural, es una representativa muestra del tipo
de casona-palacio asturiano combinando elementos de estilo culto y tradición
popular de la época en la que fue construido. Está considerado como Bien de
Interés Cultural con categoría de Monumento desde el año 1982.
Rehacer la historia de un edificio de este
tipo resulta, en ocasiones, complicado pues se carece de fuentes de información
precisas. Todo parece indicar que este Palacio fue construido en varias fases e
iniciado a principios del siglo XVII como ampliación de una casona anterior.
Cuando se construyó la actual fachada
principal estaba protegida por dos torres pero una de ellas, la izquierda,
desapareció a finales del siglo XVII debido a un incendio.
La torre que aún se conserva es de planta
cuadrada y de cuatro pisos de altura. Es el elemento más llamativo desde el
punto de vista externo. Curiosamente, la fachada presenta una portada románica
que hasta hace poco estaba integrada en el muro que rodea la finca, procedente
de la iglesia del monasterio de Santa Clara de Oviedo.
Debajo de la ventana superior se conserva
una interesante inscripción que hace referencia a las obras de traslado de la
casa y de la capilla, entre 1661 y 1669:
“Nisi Dominus
aedificaverit domum in vanum laboraverunt qui aedificant eam. [Si el Señor no
edifica la casa, en vano trabajan los que la construyen.] Esta casa con sus
armas fue trasladada e incorporada con esta capilla a expensas de los señores
Ballina ... de Villabona, sucesor, dueño y poseedor dello. I doña Theresa de
Rivera, su mujer. Comenzose esta obra en el año de 1661, acabose año de
1669.”
En la actualidad el interior de la torre se
utiliza para guardar mesas, sillas y otros materiales, pero según se puede leer
en diversos documentos y en una inscripción que todavía se conserva, alrededor
de los muros, aquí existió una capilla dedicada a los Reyes Magos, de planta
cuadrada y cúpula nervada.
La casona tiene planta rectangular, con dos
pisos. En el inferior la puerta principal y en el superior un balcón saliente,
sobre la puerta, con dos escudos de armas a ambos lados, de los Alonso de
Villabona y los de los Portal de Oviedo, y dos ventanas.
En el interior de la casa apreciamos un
patio cubierto, también rectangular, que actúa como elemento distribuidor y se
apoya en cuatro columnas de piedra, las cuales soportan corredores de madera de
castaño, tallada al estilo barroco asturiano, un excelente trabajo realizado a
mediados del siglo XX.
Hasta aquí el resumen de los datos
históricos y documentación encontrada, resulta evidente que en nuestra región
existe una gran variedad de edificios y monumentos que representan nuestro
pasado más inmediato, algunos lamentablemente abandonados y perdidos. Es por lo
que a veces resulta extraño encontrar una casona de este tipo, en medio de un
entorno rural, rodeada de árboles, plantas silvestres de todo tipo, y
excelentemente conservada.
La parte externa, también muy cuidada,
presenta unos amplios jardines con varios ejemplares de árboles, destacando un
inmenso y centenario roble. Sin duda, un lugar con encanto, señalado como uno
de los puntos de interés en el recorrido de la Ruta de los Palacios del Concejo de Llanera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario