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domingo, 19 de enero de 2020

Piñera y el Veredal



   “Fai unos cuantos años, cuando eramos neños, víamos munchos corzos y jabalíes pelos praos, agora inda se ve dalgunu pero ….”.  Estamos en Piñera una aldea de la parroquia de San Cucufate o San Cucao de Llanera, en una de las zonas más rurales del concejo.



   Como en otra ocasión, hace unos años en distinta ruta, el punto de partida lo ubico en la reformada fuente-lavadero del pueblo de Bauro. Esta vez en lugar de ascender hasta el depósito de agua, desde la misma parte alta me desvío por una pista a la izquierda que bordea el Monte La Cogolla, a la izquierda del valle que forma el Arroyu Ferreru.



   La misma pista, en subida, me conduce hasta una bifurcación ya en la parte superior del pequeño valle, para descender a través de la otra orilla del arroyo y así llegar a la primera casa, la más alta, de Piñera.



   El camino transita al lado de Ca El Texedor, que posee uno de los hórreos más antiguos del concejo de Llanera, con pegollos de madera y corredor-secadero con tentemozos, y disfrutando de excelentes vistas del valle. Desde aquí podemos contemplar el contraste entre la amplia zona baja, llana y con excelentes praderías con el inicio de las ‘sierras` con presencia de monte y, por supuesto, eucaliptales.



   En los frescos días de invierno la niebla permanece algunas horas abajo en la vega, cerca del Palacio, quizás debido al enfriamiento del aire cercano al suelo, ……… y luego en ocasiones se mantiene una neblina que te impide ver con claridad las casas de Bonielles o las de Tuernes. Sea como fuere la perspectiva es espectacular.



   Ahora en descenso a través de la pista asfaltada, en excelente estado, pasando al lado de Ca Alonso y a continuación Casa Manuel, que tiene un hórreo con un anexo de cubierta, muy bien atendido, también contemplamos Casa Alvarín y cruzamos por delante de Ca Josenón, con excelentes casonas y paneras, para luego descender por una empinada cuesta a la carretera que aproxima la parroquia o vecindad de San Cucao con la de Bonielles. 



   Hace poco leía que hórreos y paneras son tan tradicionales en el paisaje rural asturiano que parecen haber perdido el interés de las nuevas generaciones. Es un punto de vista, pero creo que no se pueden generalizar las emociones ni los sentimientos. 



   Estoy seguro que la mayoría de los jóvenes y mayores disfrutan de nuestro rico patrimonio, y cuando pasean por estos caminos próximos a Piñera experimentan alegres sensaciones al tropezarse con los numerosos elementos naturales de este entorno tan singular.



   En el tramo de carretera pasamos al lado de dos pequeñas casas antes de desviarnos a la derecha y empezar a subir por el repecho hasta llegar a la Casa El Castañeu, con una destacada panera con los barrotes del corredor pintados de azul, y un poco más adelante Ca Perico.


   El objetivo es bordear y luego ascender hasta la parte alta del Veredal, que de alguna manera protege a Piñera y lugares cercanos de los fríos vientos del norte en la época invernal, para ello seguimos a través de la pista que ya habíamos iniciado, sin desviarnos, y en subida.



   La amplia senda nos conduce en dirección a La Peña y Panizales o Monteagudo. Pero al finalizar la cuesta después del pinar, aprovechamos el primer desvío a la derecha por un camino que bordea el monte hasta encontrar la cuesta con una exigente pendiente que nos lleva hasta la zona más alta del Veredal.   



   Desde la cima del monte resulta complicado conseguir lugares para contemplar el valle de San Cucao, la sierra de Les Areñes o las casas de Piñera, el sotobosque está lleno de maleza, muy crecida y frondosa con abundantes cotoyas y helechos, y los eucaliptos han vuelto a crecer con rapidez.



   Cuando se sube a la cima de un monte la perspectiva que  se consigue sobre la situación del ámbito rural de nuestra región es clara y convincente. Es cierto, en Asturias hemos olvidado nuestros auténticos orígenes, hay muchas teorías que explican las causas del declive de la economía campesina pero es evidente que no encontramos la alternativa adecuada para salir de tanto abandono.



   Para descender desde la zona encumbrada del Veredal se pueden elegir varias opciones utilizando distintos caminos, pero en esta ocasión la maleza y la actividad forestal en uno de los eucaliptales crearon un desafortunado obstáculo hasta llegar al camino del Caleyu. Después de sortear este leve inconveniente el descenso hasta Piñera se hace rápido, dejando a la derecha la casa La Piedra y después La Guaña, hasta llegar al cruce central. 



   Recuerdo que no hace mucho tiempo, el pasado Junio 2019, los vecinos de la aldea de Piñera recibieron una mención especial por las tareas de limpieza y acondicionamiento de la fuente de La Reguera, la mejor enramada por San Xuan. Por este motivo era preciso hacer una visita al citado manantial, lavadero y bebedero.



   Para luego seguir descendiendo por el camino asfaltado cruzando la amplia zona de praderías a través de un corto descenso, dejando a nuestra izquierda la desviación al lugar de casa Zaperos y más abajo casa Aurelio y Ca Cierru.   



   De nuevo estamos en la carretera que une San Cucao con Bonielles, aunque ahora giramos a la izquierda para posteriormente, después de unos metros por ella, desviarnos por un camino a la izquierda que nos permite ascender hasta Bauro, punto de partida de este recorrido.




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