La historia nos cuenta que a lo largo del amplio valle del río Frade, con la bien ubicada iglesia de San Miguel de Villardeveyo como testigo presencial, existían varias caserías en torno a la Casa Palacio de Villabona o Palacio del Conde de San Antolín.
La construcción de la estación de Villabona tuvo un importante valor estratégico en la red ferroviaria de Asturias, sobre todo con el ramal Villabona – San Juan de Nieva, facilitando la salida de los carbones de Santufirme y Ferroñes al puerto de Avilés, pero sin lugar a dudas, este hecho transformó el carácter totalmente rural del valle, convirtiéndolo en una zona industrial.
Toda la zona desempeñó un importante papel en el campo de la minería, al haberse explotado en él yacimientos de carbón y fluorita. Además de extraer el mineral se consiguió un excelente medio para transportarlo a diferentes lugares.
En pleno proceso de extracción de carbón se descubrió la presencia de importantes capas de fluorita, sobre todo en las zonas de Santufirme y Truébano, y después del correspondiente proceso de análisis e investigación, las primeras minas de fluorita iniciaron sus primeros trabajos en los años 60.
En las proximidades de la Estación del ferrocarril todavía podemos contemplar restos del yacimiento de carbón y espato flúor de Santufirme, con algunos antiguos lavaderos y el castillete del Pozo San Ismael, un icono característico de la minería. La explotación de espato flúor en el valle de Villabona tuvo un relevante interés debido a la calidad de la fluorita que se extraía, muy conocida por su particular color amarillo, con tonalidades variables.
En esta intensa actividad minera no podemos olvidarnos de Mina Cucona, ubicada en el barrio de La Vega, donde después de una serie de sondeos se confirmó la existencia de una capa de fluorita, dando lugar a un incesante trabajo desde 1974 hasta 1993. Debido a la crisis en este sector, se produce el cierre y el cese de la investigación geológica en esta zona de Villabona.
No se pueden enumerar detalles del pasado de esta zona de Llanera y olvidar los edificios de la estación, que por suerte todavía se conservan. Las obras de la estación de Villabona comenzaron en 1887 y fue inaugurada de manera oficial el 6 de julio de 1890.
Una locomotora engalanada con banderas y guirnaldas, de laurel y flores, salió de Oviedo, pasando por Villabona para llegar a Avilés dos horas más tarde. Un acontecimiento histórico para el ferrocarril en Asturias, y de manera especial para Villabona y el valle del río Frade. Son datos para el recuerdo.
El edificio de la estación es un simple bloque rectangular de dos plantas, con puertas y ventanas distribuidas simétricamente, al que posteriormente se le colocó una marquesina que protege sus cuatro fachadas. También fueron construidos otros elementos que con el paso del tiempo han ido desapareciendo, como un edificio para cantina, estafeta de correos, ……… y otros.
Aún se conserva y se puede curiosear la antigua residencia de empleados ferroviarios, conocida como La Casona o Les Casones, un voluminoso edificio de planta baja y dos pisos. Todo este complejo de “la estación de ferrocarril de Villabona” consta en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias.
Datos obtenidos de la página www.ferropedia.es
En la actualidad, si caminamos por los alrededores del valle, todavía podemos examinar viejas estructuras y muchos elementos característicos de un reciente pasado donde la minería y el ferrocarril tuvieron una gran importancia en la transformación, desarrollo e historia de esta zona.
A veces cuesta olvidar y separarse de aquella importante actividad que durante bastantes años se introdujo en las vidas de muchas personas, sobre todo cuando observamos algunos símbolos pertenecientes a un pasado todavía reciente.
Entre nuevas casas y casonas, paneras y hórreos, ……. que poco a poco van dando una nueva imagen al valle del Frade apreciamos los tres barrios de siempre, con el barrio de Triana o calle de la Estación, cercano al complejo ferroviario; más abajo La Rotella con la capilla de San Antolín, el consultorio médico, y una antigua fuente con lavadero.
Por último, después del pequeño campo de futbol, La Vega, en otra época conocida como Vega de Formanes, porque aquí se ubica la diminuta ermita de Nuestra Señora de Formanes, que celebra su fiesta el 15 de Agosto, donde el río Frade se une a su principal, el río Aboño.
Estamos volviendo a la realidad existente en otra época. Sin duda con otra mentalidad, …. vivimos tiempos diferentes, …… pero seamos pacientes y optimistas, la naturaleza no nos ha abandonado.
Al acercarme y analizar con detalle el estado actual de la estación, bastante deteriorada, con parte de la techumbre caída, y sensación de abandono, me acuerdo de los intentos de los Vecinos y Amigos de Villardeveyo para conseguir la restauración de este complejo que forma parte del Patrimonio Cultural de nuestra región. Mi apoyo para ellos. La verdad es que desconozco la situación actual de aquellas gestiones, aunque como en otros casos espero que podamos ver algo positivo muy pronto.
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