Monte La Cogolla y Alto del Veredal

   Cada rincón, cada parte del camino y cada lugar tienen su propia identidad, es por lo que en ocasiones resulta complicado describir las rutas y senderos de una determinada zona. Pero, por otra parte, la distancia permite relativizar y entender mejor las cosas, por lo que merece la pena subir más al monte a divisar la realidad de los valles.

   A través de un recorrido circular me propuse visitar, explorar y disfrutar de las dos “cumbres” del título: Cogolla y Veredal; utilizando pistas y caminos apropiados para conseguir alcanzar las cimas y obtener las panorámicas del entorno.

   En esta ocasión el lugar elegido para la salida y llegada ha sido la arreglada y reconstruida fuente-lavadero del pueblo de Bauro, bien orientado, con modernas y arregladas casas y protegido de los fríos vientos del norte por los citados montes de la Cogolla y el Veredal.

   Desde la fuente ascendemos hasta la parte alta, para llegar al depósito del agua, donde podemos detenernos a contemplar una estupenda vista panorámica de la zona de San Cucao. Siguiendo el camino nos adentraremos en pleno monte donde abundan la cotolla y el eucaliptal, pero no tiene pérdida, y con un poco de suerte podremos alcanzar la primera de las anunciadas “cumbres”.

   Dice un proverbio chino que “si no subes a la montaña no podrás ver el valle”. Eso debieron de pensar los antiguos moradores de esta zona donde “se sitúa el Picu La Cogolla, un castro de grandes dimensiones desde el que se divisa la sierra del Naranco, Lugones, Posada de Llanera, el valle de Lugo de Llanera, la sierra de la Peral, el Aramo, el castro de El Fresno o peña Menende, el Altu del Veredal y la sierra de Santufirme. En definitiva, desde el emplazamiento se tiene control absoluto de las tierras de Llanera y de otros territorios aledaños. Además, hay que destacar su cercanía con los restos arqueológicos de Lugo de Llanera, posible lugar de ubicación de Lucus Asturum, y de la zona de Cayés, donde se ha localizado un centro fabril de época romana.”

   Subir a la cima de la Cogolla (355 m. de altitud), poner un pequeño ramillete de flores silvestres a la Virgen, los creyentes, y sentarse a contemplar el amplio valle, ilustra nuestra vista y aviva nuestro cuerpo. Cada uno, además, tiene su propia motivación para subir hasta la cima de estos pequeños montes o colinas.

   Sobre este conocido paraje existen cuentos y leyendas, que inciden en señalar el carácter antiguo del Picu la Cogolla, así se comenta que “los moros” ya habían habitado este lugar, y les gustaba jugar a los bolos en las proximidades del castro. Sin lugar a dudas, aquellos bolos serían de oro, ya que había minas de este mineral y de plata en lugares cercanos.

   Desde el Alto, retornando por la misma senda y poco antes de desviarnos hacia la derecha podemos divisar la cumbre del Veredal ubicada al Noroeste de la Cogolla. A través de un pronunciado, sinuoso y rápido descenso llegamos a la pista que une Bauro y Posada, la cruzamos y seguimos de frente. Desde aquí se inicia la breve ascensión hasta llegar al punto más alto del Veredal (399 m.).

   Estamos en una zona donde predominan, una vez más, eucaliptos y tojales, alternando con zonas de pradería y buenos pastos. La actividad forestal dedicada a la tala del eucalipto ha favorecido el acceso hasta el mismo Alto del Veredal, pues todavía se conservan las pistas realizadas para extraer la madera. Dentro de unos años, acceder a está zona y hacer la ruta propuesta, resultará mucho más complicado.

   Al llegar a la cumbre no encontraremos ningún vértice geodésico, podremos contemplar algunos helechos, cotollas y brezos en medio del eucaliptol, y conseguiremos excelentes vistas de Monteagudo, la Sierra de les Areñes, Panizales, Ermita de Fresno y la Peña Menéndez, con el Picu Gorfolí al fondo.

   El descenso a través de una pista forestal es muy pronunciado, con pequeñas piedras sueltas y socavones, por lo que debemos tomar precauciones para evitar resbalones o caídas. Una vez hemos alcanzado la parte baja, giramos a la izquierda bordeando la sierra, y poco antes de llegar a las casas de La Peña volvemos a girar a la izquierda a través de un agradable camino que después de una pequeña subida nos conducirá en descenso hasta las primeras casas de Piñera.

   A través de una estrecha carretera asfaltada ascendemos a la parte alta de este pequeño pueblo, contemplando algunas casas, hórreos y paneras; para luego, siguiendo el mapa expuesto, descender hasta Bauro, llegando a la fuente-lavadero, punto de partida.