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jueves, 13 de junio de 2013

La Tejera de Santa Cruz

   

   Cuentan que a mediados del siglo XVIII había tejeras en algunos pueblos del concejo de Llanera, aprovechando la buena calidad de la arcilla que se conseguía en esos lugares. 


   Caleyando por Llanera, saliendo de Villayo en dirección a Santa Cruz y Bonielles, tuve la fortuna de encontrar una antigua chimenea al borde del camino, en el lugar denominado como La Tejera. Explorando la zona, entre árboles y maleza, todavía se pueden observar los restos de una de las más importantes tejeras de la zona, la cual permaneció activa hasta los años sesenta o más.


   Me cuentan los vecinos que la tejera no tenía relación con la también desaparecida cerámica negra de Villayo, aunque en mi opinión parece existir cierta relación entre ambas. Por una parte existe la certeza de la intervención de los alfareros de Faro, tanto en la tejera como en la producción de cerámica; y por otra parte la utilización del mismo tipo de arcilla. 



   Si nos atenemos a documentación encontrada, en épocas pasadas, en esta zona, se llegaron a producir tejas, ladrillos y cerámica, pero se puede afirmar que el antecedente de la industria del barro de Villayo fue la producción de tejas, la cual propició que este lugar de Llanera se transformara con el paso del tiempo en un activo centro de alfareros.


   Los tejeros o tamargos de Villayo eran propietarios de sus hornos y autónomos en su oficio, algo relevante y de gran importancia en aquella época, ya que en el resto de Asturias, eran trabajadores por cuenta ajena, a sueldo o comisión de un amo, que por lo general no les daban buen trato.



   Faro, pequeño pueblo del concejo de Oviedo, ya había conseguido en aquella época un reconocimiento por la calidad de su cerámica negra. Parece seguro que la arcilla que se extraía de esta zona, entre Villayo y Santa Cruz, era de muy buena calidad, y no solo era aprovechada por los alfareros y tejeros de la parroquia sino que también era del agrado de los industriales de lugares próximos, por lo que se transportaba en camiones para su utilización en los concejos cercanos.


   La arcilla es la materia prima de la cerámica y para la fabricación de tejas y ladrillos. Se compone de una tierra grasosa, blanda e impermeable a la que se le agrega agua para obtener una masa plástica, y se endurece cuando se cuece. Procede de las rocas de granito que se rompen y desgastan por la erosión. Hay distintos tipos de arcillas que cumplen distintas funciones y algunas son más usadas que otras. Las que se utilizan para alfarería y tejeras tienen hierro y otras impurezas minerales por lo que su grado de cocción es de unos 1000 º C. Esta arcilla es roja, marrón, verdosa o gris por la presencia del óxido de hierro, y tras su cocción puede variar de color.


   Por otro lado, la fabricación de tejas y ladrillos resultaba sencilla y su producción artesanal no requería una excesiva especialización. Lo más importante era encontrar yacimientos de barro o arcilla y el agua necesaria. Se podrían hacer análisis del terreno pero todo parece indicar que la arcilla que se obtenía en el lugar de La Cruz tenía un alto contenido en hierro, teniendo en cuenta su color y resistencia.


   Los avances tecnológicos y la aparición de nuevos y más efectivos materiales le han apartado de aquella época productiva con una apreciada actividad artesanal. En otro sentido el abandono, el olvido y la creciente pérdida de interés hacia los valores culturales e históricos le han llevado a una inevitable desaparición.




2 comentarios:

  1. Nos gusta mucho el blog. ¡Felicidades por él!
    Si pudieses contactar con nosotros, te lo agradeceríamos porque queríamos preguntarte una cosa. Nuestro email es lapiedriquina@yahoo.es

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  2. Gracias por vuestras felicitaciones. Me pongo en contacto para lo que estiméis.
    Un saludo

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