Lo que empezó con una retirada de escombros y limpieza de maleza tuvo su continuidad. Posteriormente se colocaron unas estructuras metálicas en la parte superior y a continuación una techumbre para cubrir y proteger algunas zonas del edificio.
Este período parece que ya ha terminado. Sin lugar a dudas el Palacio de Villanueva ya tiene una imagen un tanto diferente. Lo ideal sería completar la restauración, por este motivo nos preguntamos ¿Habrá nuevas fases?. Estaremos esperando.
Poco a poco el Palacio de Villanueva va consiguiendo una imagen más propia,..... esperando el resultado final de estos trabajos, ..... los deseos de muchas personas se van cumpliendo.
Los trabajos de limpieza en el Palacio de Villanueva han finalizado, cumpliendo el objetivo previsto inicialmente. Se han retirado los escombros, la abundante maleza y la deteriorada techumbre, que estaba en muy malas condiciones. De momento no hay restauración.
Los muros han quedado al descubierto con un remate de hormigón en la parte superior, lo que parece o da la sensación que este edificio pueda perdurar con el paso del tiempo, al menos en los próximos años.
Se ha dado un importante paso para mantener la estructura y eliminar la mala imagen, la vista parece distinta. ¿Cuál será el futuro a partir de ahora? ……. La respuesta, en estos momentos, es compleja, incierta e impredecible.
Lo que casi nadie podía imaginar en la parroquia de San Cucao, y en el concejo de Llanera, se está produciendo. En el Palacio de Villanueva han comenzado obras de restauración, ya se han eliminado las deterioradas techumbres, los escombros interiores y la maleza que rodeaba y se había apoderado de una parte del edificio ¡A veces los milagros existen!
Al parecer ha sido una decisión de la familia, y no cuenta con ningún apoyo externo. Estos trabajos de recuperación comenzaron el pasado 27 de julio de 2015, una fecha para el recuerdo. Inicialmente el objetivo es limpiar, apuntalar las paredes y poner un nuevo tejado; simplemente evitar que el edificio siga deteriorándose y mantener esta histórica construcción con vida. El futuro de las “torres nuevas” del Palacio de Villanueva parece que ha dado un inesperado giro. Espero que todos podamos contemplar este grandioso monumento durante muchos años. ¡Una inesperada sorpresa y una gran noticia!
Aunque ya ha sido citado en anteriores publicaciones de “Caleyando por Llanera”, donde aparecen diversas fotografías, he querido hacer una reseña monográfica de este simbólico palacio de Villanueva , quizás por su ruinoso estado, pues ciertamente no es normal encontrarse con una construcción de tales dimensiones y singular belleza, rodeado por extensas praderías y ganado vacuno, en un ambiente plenamente rural.
“El palacio de Villanueva es una de las mejores edificaciones en su estilo, no sólo de Llanera, sino de toda Asturias. Por eso es más doloroso su lamentable estado de conservación, que amenaza ruina inminente si no se actúa pronto……” , ésta es una afirmación de D. Ramón Rodríguez en su libro Llanera, publicado hace unos años.
A veces resulta difícil de explicar este tipo de situaciones, cuando además en todos los estudios, informes y comentarios de los últimos treinta años se hace alusión al estado del edificio. “Tres décadas han sido suficientes para que una de las más destacadas construcciones palaciegas de Asturias presente un aspecto tan lamentable como si llevara cientos de años en estado de abandono. Se trata del palacio de Villanueva, en San Cucao de Llanera, un magnífico exponente de estilo barroco rural que amenaza ruina inminente.
Esta construcción monumental estuvo habitada hasta comienzos de los años ochenta, cuando cerró sus puertas definitivamente. Desde ese momento la falta de atenciones y cuidados fueron minando poco a poco las cubiertas del edificio, el primer paso, como siempre, para el inevitable derrumbe.” Palabras reproducidas de un artículo publicado en La Nueva España en Marzo del 2011, bajo el título “El Palacio de Villanueva, en caída libre”.
Vecinos de la zona, caminantes, excursionistas y visitantes asisten impotentes a la progresiva decadencia y la imagen de desolación que hoy ofrece un edificio que en otros tiempos era lugar de acogida de ilustres personajes de la nobleza.
Este Monumento barroco fue declarado como Bien de Interés Cultural en 1995 y encaja dentro del tipo de arquitectura nobiliaria del siglo XVII dentro del ámbito rural asturiano. En él se combinan aspectos funcionales derivados de su inserción en el medio con otros aspectos indicativos del prestigio social y económico de la familia.
De grandes dimensiones, sencillez de líneas y carácter monumental, el Palacio de Villanueva es una construcción palaciega que tiene un cuerpo central de dos pisos, orientado al sur, entre dos enormes torres cuadradas de cuatro pisos, que lucen los escudos de armas labrados en granito e incrustados en la tercera planta de cada torre.
La fachada se alarga lateralmente, pues adosada a la torre izquierda y comunicada con el resto se encuentra la capilla, bastante grande y con sacristía. Para su construcción se ha utilizado mampostería para los muros y sillería para las esquinas. Ausente de elementos decorativos, con únicamente las orejas planas que enmarcan los vanos y los escudos, lo que le da una belleza singular a todo el conjunto.
En las zonas ajardinadas del palacio existía un elemento muy interesante, una fuente de estilo barroco, una de las más originales de Asturias, que aún se conserva. Por suerte, todavía puede contemplarse inmersa en los amplios jardines de la Quinta de la Peña Francia, también conocida como la Quinta'l Conde, en Deva – Gijón, propiedad de los condes de Revillagigedo.
En la fachada aparecen los escudos de armas de los Valdés, los Bernaldo de Quirós y los Navia-Osorio. Hablando de datos históricos, existen argumentos escritos que nos indican que la construcción de este palacio se inició durante el siglo XVI por una de las ramas de la familia Valdés. Todo parece indicar que el matrimonio formado por María Alonso de Quirós y Andrés Díaz de Villanueva fueron los creadores del mayorazgo de Villanueva y los que impulsaron la construcción de este palacio conocido como las Torres Nuevas. Actualmente pertenece a la familia de los condes de Revillagigedo.
Levantado en un lugar de especial belleza, la imponente presencia de este palacio se divisa desde muchos puntos bastante alejados, dibujando una silueta que no puede pasar desapercibida para los que nos movemos por los lugares circundantes.
Para los que disfrutamos del paisaje y de estos tesoros del pasado lamentamos esta triste situación, pues todo parece indicar que no pasará mucho tiempo para que esta construcción se venga abajo pues las cubiertas están muy dañadas, paso previo para el inevitable derrumbe. No es ilógico afirmar que la recuperación del Palacio de Villanueva sería un auténtico milagro.
Estoy seguro que el ilustre Jovellanos nunca habría imaginado este ruinoso estado de aquellas Torres Nuevas que él cita en sus diarios, y del escaso o nulo interés prestado tanto por las distintas administraciones como por sus actuales propietarios para la recuperación del edificio.
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