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jueves, 4 de julio de 2019

Curveando por el río Nora



   Durante las últimas semanas he intentado aprovechar y disfrutar de los últimos días de la primavera y comienzo del verano para ´caleyar` y bordear las riberas del río Nora, en su frontera natural entre los concejos de Oviedo y Llanera.



   En la fase de documentación previa había anotado que este río es uno de los afluentes más largos de la región asturiana, atravesando varios concejos antes de desembocar en el Nalón a la altura de la presa de Priañes, en Las Regueras.



   Al circular por esta zona orientada al sur del concejo de Llanera, el Nora ofrece un trazado muy particular con meandros de gran diámetro y especial vistosidad, como el Roxidoriu, el Molinón o Mazurén.



   Lo que no había previsto es la desoladora y penosa sorpresa de descubrir este espacio natural tan espantosamente sucio, con las orillas del río envueltas entre innumerables basuras de plásticos, trapos, despojos, ……….. colgando de las ramas de los árboles.



   Desde la venta del Gallo pasando por Puente Cayés, Riaño, La Vega, el Roxidoriu, puente La Tarabica, ……… hasta llegar a las proximidades de Brañes, los bosques y alisedas ribereñas del río Nora han sido terriblemente invadidas por vertidos y residuos urbanos de todo tipo. ¡¡Lamentable!!



   En los últimos años estas “fugas” de desechos, morralla y desperdicios procedentes supuestamente de colectores, aliviaderos y pozos de tormentas, se producen con bastante frecuencia, según comentan algunos vecinos que habitan en las cercanías. Lo evidente es que las aguas del Nora bajan sucias, cada vez más sucias. ¡¡Produce pena y dolor!!



   Procedente de Lugones-Siero, bordeando el Requexón-Oviedo, el Nora aparece en Llanera a la altura de la Venta del Gallo, parroquia de Cayés, donde el río curvea formando un singular meandro. Precisamente en este lugar se une su afluente más importante, el río Noreña junto al arroyo del Robledo.



   El río transita muy cerca de la iglesia de San Martín, poco antes de llegar al Puente Cayés, un interesante lugar con un pasado histórico medieval. Por aquí transita el Camino de Santiago y el ancestral Camino Real que comunicaba Oviedo con Avilés a través de Llanera y Corvera.



   Sin olvidarnos del Molín de la Ponte, cuya presa se remonta al siglo XII, seguimos el curso del río atravesando la aldea de Arroyo en dirección a la Vega, desde aquí divisamos El Cantu entre las casas de Riaño, en la otra orilla. Desde lo alto del pueblo de Quintana tenemos unas excelentes vistas de las praderías de la Vega de Basuriego y del meandro del Rexiodoriu.


   Sin alejarnos del Nora, desde La Vega, a través de una zona completamente rural con abundantes árboles bordeando el camino, alcanzamos las casas y amplios prados del Rexidoriu. Aquí podemos cruzar el río para comunicarnos con Los Carriles, Folgueres, Quintana o Ladines, a través del puente La Tarabica por la estrecha carretera que viene de Portiella-Ables.



   Si cruzamos el mencionado puente de Tarabica, hacia el lado del concejo de Oviedo, al iniciar la pronunciada cuesta para ascender a Los Carriles, después de la casa, en plena curva a la derecha, podemos coger una ´caleya` que nos llevará hasta el puente de El Molinón.



   Es una zona bastante frondosa con abundantes árboles. Es evidente que si no fuese por las intervenciones directas o indirectas de las personas, los espacios cercanos al río estarían cubiertos por un buen número de alisos, chopos, sauces, ……



   La intensa actividad ganadera ha transformado el paisaje reduciendo la masa arbórea para convertirla en pradería. Así todo, en la actualidad, todavía podemos contemplar y disfrutar de una amplia variedad de árboles de ribera en las orillas del Nora, bastante hace con estar allí, el problema es otro.



   En la otra orilla, en Llanera, por la carretera, después de Aldea Portiella llegamos a Llineres, Guyame y La Piniella de San Cucao, pasando al lado de la Capilla del Diablo y la Torre de los Valdés. En Lineres, poco antes de casa Saturno con palmeras y panera, giramos a la izquierda, no se puede olvidar la visita a lo que queda del Molín de Casa Paco en les Peruyeres, y más adelante los molinos del Molinín y el Molinón en Guyame, al lado del puente.



   El molino de casa Paco también sirvió como generador de corriente eléctrica, con un pequeño acople suministraba electricidad a varias bombillas. El Molinin, recogía las aguas de un arroyo que bajaba de Guyame, mientras que el Molinón utilizaba las aguas del Nora a través de una ´rueda de paletas`, que todavía conserva. Ya hace unos años que los tres molinos han dejado de funcionar.



   En este tramo, el río Nora nos regala dos llamativos meandros, uno en El Molinón enfrente de la Torre de los Valdés o Castillo de San Cucao, y el otro en Mazurén, donde se localizan varias viviendas, tres hermosas paneras y una extensa zona llana con amplias praderías.



   Siguiendo a través de la margen derecha del río, nos situamos en una pista que nos lleva hasta Agüera bordeando el Monte La Cogolla. Encontramos una agradable zona recreativa rodeada de árboles y la carretera que cruza el río para llegar a Brañes, concejo de Oviedo. 



   Cerca de este acogedor espacio natural encontramos un panel informativo sobre la Ruta Covarones del río Tuernes, “un caprichoso paisaje kárstico surgido de la erosión natural de la roca caliza ……… su recorrido alterna tramos subterráneos con otros a cielo abierto ……”, una propuesta interesante que merece un dedicación especial en otro capítulo.



   Desde Agüera, estamos muy cerca de Tuernes el Grande para coger el camino que nos conduce al puente viejo de Brañes sobre el río Nora, de origen romano. Cuentan que por este lugar cruzaban el río “las muyeres de la paxa” para llevar el pescado desde Avilés a Oviedo.


   






4 comentarios:

  1. ¡Espectacular entrada! Muchas gracias! El Nora es una joya de la Asturias central y se merece estar en mejor estado...

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  2. Gracias por tu comentario. Me encanta pasear y disfrutar de la zona rural de Asturias, el Nora es un claro ejemplo de la falta de protección de nuestros maravillosos espacios naturales. Una pena.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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