Desde el alto del Gorfolí se pueden apreciar los distintos lugares
y pueblos que componen la parroquia de Santa Cruz, en otra época conocida como
Santa Cruz de Anduerga.
A la entrada del pueblo de Villanueva nos tropezamos con una de las joyas de la ruta, la capilla de la Asunción de Villanueva, del siglo XII. Es una construcción de estilo románico, con nave única y dos puertas de acceso.
Iniciamos esta última Etapa, a través de un corto y relajado
camino dejando atrás Fanes y Villayo, y llegando en apenas 20 minutos a Santa
Cruz.
Antes de llegar a un puente por encima de un pequeño río, nos
desviamos a la izquierda por un camino de grava; la senda nos hace cruzar un
conjunto de edificaciones, destacando primero la Casa o el Palacio de los
Cañedo y a continuación la propia iglesia de Santa Cruz, de estilo barroco
popular, reformada en el siglo XIX. Encima de una puerta y en el exterior se
encuentran grabados los años 1880 y 1882.
Después de la restaurada fuente-lavadero, alcanzamos de nuevo la
carretera AS 233 Avilés-Trubia. Las señales nos dicen que debemos cruzar esta
carretera y coger un camino asfaltado de frente. Caminamos unos 500
metros y después de bordear el muro
de una casa pintada de amarillo con panera, debemos estar muy atentos para
desviarnos por un estrecho y descuidado camino que cogemos a la derecha y nos
introduce en un pequeño y agradable bosque de castaños y otros caducifolios. No
hay señales y cuesta localizarlo. Pero como siempre, gracias a la amable ayuda
de los vecinos pudimos encontrar este complicado tramo de la ruta.
Lo peor es que los últimos 100
metros de este sendero son
intransitables, con restos de todo tipo, y sobre todo por el vertido, al propio
camino, de aguas fecales de una de las casas próximas; lo que hace totalmente
desaconsejable el tránsito por esta zona. Lamentable pero cierto.
Dadas las circunstancias, al llegar a la altura del reformado
lavadero junto a la iglesia de Santa Cruz, lo aconsejable es coger la
mencionada carretera AS 233 Avilés-Trubia hacia la derecha. Recorremos unos 600
metros y de nuevo encontramos las
señales de nuestra ruta, junto a la parada del autobús.
He leído que el lugar de Anduerga tiene antecedentes históricos.
Existen escritos del siglo XI que ya hablan de este enclave, con el nombre de
Andoriga, Androga y Andorga. Documentos entre los siglos XIII-XV hace alusión a
este bonito paraje, por causas diversas.
Desde Anduerga seguimos por la carretera anteriormente señalada,
estando siempre atentos al tráfico de vehículos, no es muy ancha y carece de
arcén. Una pronunciada curva y la desviación en dirección Bonielles, a la
izquierda, nos permite contemplar este histórico emplazamiento.
Nuestra ruta nos indica seguir de frente, en descenso, hasta
encontrar un kilómetro más abajo la desviación Carbajal – San Cucao. Mas
adelante, a la altura de La Granda, las marcas rojas y blancas nos hacen girar
a la izquierda para luego cruzar las casas de Vidriera, en un pequeño alto.
Como ya se había expuesto en la Etapa anterior, se aprecia en toda
la zona una intensa actividad agrícola y ganadera, con buenas praderías para el
pasto, huertas familiares, plantaciones de maíz; y de nuevo, una interesante
cantidad y variedad de hórreos y paneras.
A la entrada del pueblo de Villanueva nos tropezamos con una de las joyas de la ruta, la capilla de la Asunción de Villanueva, del siglo XII. Es una construcción de estilo románico, con nave única y dos puertas de acceso.
Estamos en la llanura de San Cucao donde encontraremos una
variedad de casas, chalets y casonas rurales, con distintos estilos y con un
encanto especial.
Aunque no lo parece el Palacio de Villanueva es Monumento
Histórico Artístico, del siglo XVII. Es un edificio de estilo barroco que
encaja con el entorno natural que le rodea. La fachada presenta una parte
central de dos pisos con torres cuadradas y la desnudez de su decoración es
total. Tiene una capilla adosada a un lateral. Su estado de abandono es total.
Es una auténtica pena.
Sin apenas darnos cuenta llegamos a la carretera AS 240 Posada –
Las Regueras, donde giramos a la derecha para detenernos ante la iglesia de San
Cucao, que seguro ya habíamos divisado con anterioridad desde lejos.
Cruzamos la carretera y cogemos la desviación hacia izquierda para
llegar a la Torre de los Valdés, mandada construir en el siglo XIV pero
reformada en numerosas ocasiones. Tiene su origen en una torre cuadrada
medieval, pero solo se conserva su estructura general. Sin lugar a dudas
presenta una excelente imagen.
Para cruzar el pueblo de Guyame debemos ascender a través de una
estrecha carretera que cogemos justo al encontrar los restos de una pequeña
capilla, ahora en desuso, ubicada en una propiedad particular.
De nuevo abundan modernos y antiguos hórreos y paneras, aunque
según me comentó un amable señor cada vez son menos los que viven en el pueblo,
la mayoría de las casas solo se utilizan fines de semana o en períodos
vacacionales.
En uno de ellos, con un importante valor histórico, podemos
apreciar grabado el año 1777, encima de una puerta minuciosamente tallada.
Antes de llegar a la carretera AS 240 las señales nos indican que
debemos desviarnos a la derecha en dirección al Recinto Ferial, que
alcanzaremos en pocos minutos. Son unas amplias instalaciones que responden a
las necesidades de Ferias de ganado, Mercados especiales y otras festividades.
Una vez hemos dejado atrás este moderno complejo debemos cruzar
perpendicularmente la citada carretera AS 240 y subir a través de un estrecho y
sinuoso camino asfaltado hasta Severies, pudiendo contemplar los alrededores de
Posada y los Polígonos industriales próximos.
Debemos estar atentos a las señales para no confundirnos de
camino. En la parte alta, al llegar a la altura de una casa con hórreo,
bastante deteriorados, debemos iniciar el descenso pasando al lado del Centro
de Salud y la Iglesia de San Salvador de Rondiella, en Posada.
Desde aquí de nuevo al punto de partida, el parque Cuno Corquera,
donde podemos contrastar nuevamente el mapa-mural de la Ruta de los Palacios de
Llanera.
Sin lugar a dudas hemos cerrado un buen “prau”.
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